Mijaíl Bakunin: un masón anarquista

 

Mijaíl Aleksándrovich Bakunin, nacido en Pryamukhino, Rusia, el 30 de mayo de 1814, fue un teórico político, filósofo, sociólogo y revolucionario anarquista ruso. Es uno de los más conocidos pensadores de la primera generación de filósofos anarquistas.

Bakunin se unió a la masonería en 1844, cuando fue iniciado en la Logia “Il Progresso” de Turín, Italia. La masonería desempeñó un papel importante en la formación de las ideas de Bakunin. La masonería, con sus principios de fraternidad, igualdad y libertad, inspiró a Bakunin a desarrollar su propio pensamiento anarquista.

Bakunin participó en la III Asamblea Constituyente del Gran Oriente Italiano (GOI) en 1864. La asamblea eligió a Giuseppe Garibaldi como Gran Maestro del GOI. Bakunin apoyó la elección de Garibaldi, quien era un líder republicano y nacionalista italiano.

Bakunin se mantuvo activo en la masonería hasta su muerte en Berna, Suiza, el 1 de julio de 1876. La masonería fue una parte importante de su vida y de su pensamiento.

Los valores de la fraternidad, la igualdad y la libertad, que la masonería promueve, fueron significativos para Bakunin. Estos valores se reflejan en su obra.

Por ejemplo, en su obra “Dios y el Estado”, Bakunin afirma que la libertad es el derecho de cada individuo a gobernarse a sí mismo. Este es un principio fundamental de la masonería.

En su obra “El Estado y la Anarquía”, Bakunin afirma que la sociedad debe estar organizada de forma que todos los individuos sean libres e iguales. Este es otro principio fundamental de la masonería.

Mijaíl Bakunin es una figura importante en la historia de la masonería. Su compromiso con los valores de la fraternidad, la igualdad y la libertad lo convirtieron en un modelo a seguir para muchos masones de todo el mundo.

La masonería ha tenido una influencia relevante en el pensamiento anarquista. Muchos anarquistas, como Bakunin, se han inspirado en los principios de la masonería, como la fraternidad, la igualdad y la libertad.

La masonería ha proporcionado a los anarquistas un espacio para reunirse y discutir sus ideas. La masonería también ha proporcionado a los anarquistas un sentido de comunidad y apoyo.

La influencia de la masonería en el pensamiento anarquista continúa hasta nuestros días.