Eduardo de la Barra Lastarria, el masón humanista

 

Eduardo de la Barra Lastarria nació en Santiago de Chile el 9 de febrero de 1839. Fue un humanista, diplomático, ingeniero, geógrafo, filósofo, crítico literario, periodista y escritor chileno.

De la Barra se unió a la masonería en 1864, a la edad de 25 años. Se unió a la Logia Justicia y Libertad, No. 5 de Valparaíso, y luego a la Logia Deber y Constancia, No. 7 de Santiago.

De la Barra fue un masón activo durante toda su vida. Participó en las reuniones de su logia y escribió sobre la masonería en varias ocasiones.

De la Barra fue un humanista en el sentido de que creía en el valor de la razón, la educación y la libertad. Creía que todos los seres humanos eran iguales y que tenían derecho a la libertad y la felicidad.

Estos valores se reflejan en su obra literaria y filosófica. En su ensayo “La educación en Chile”, De la Barra argumenta que la educación es esencial para el desarrollo del individuo y la sociedad. En su libro “La libertad de conciencia”, De la Barra defiende el derecho de todos los seres humanos a creer en lo que quieran.

La masonería jugó un papel importante en la vida de De la Barra. La fraternidad le proporcionó un sentido de comunidad y apoyo, y le ayudó a promover sus ideas humanistas.

De la Barra fue un líder en la masonería chilena. Fue elegido Gran Maestro del Gran Oriente de Chile en 1899. Durante su mandato, trabajó para promover la unidad entre las diferentes logias masónicas del país.

Eduardo de la Barra murió en Valparaíso el 9 de abril de 1900, a la edad de 61 años. Su muerte fue un gran golpe para la masonería chilena.

Eduardo de la Barra fue una figura importante en la historia de Chile y de la masonería. Su obra humanista sigue siendo relevante en la actualidad.

De la Barra es considerado uno de los masones más destacados de Chile. Su legado incluye su defensa de la libertad, la educación y la igualdad.