Los fusilamientos de masones en Granada de 1936
Los fusilamientos de masones en Granada de 1936
El 23 de septiembre de 1936, el periódico ABC de Madrid publicó una noticia que conmocionó a la opinión pública: en Granada, habían sido fusilados todos los masones pertenecientes a la Logia local, incluidos los que estaban en sueños hacía tiempo.
La noticia, que fue confirmada por otras fuentes, causó indignación en la comunidad masónica internacional. El Gran Maestre de la Gran Logia de España, José María Martínez de Tejada, denunció los asesinatos como una “carnicería” y una “atrocidad”.
Los fusilamientos de Granada fueron parte de una ola de represión antimasónica que se extendió por España tras el inicio de la Guerra Civil. Los nacionales, liderados por Francisco Franco, consideraban a la masonería como una organización subversiva y anti española.
En Granada, los nacionalistas identificaron a los masones a través de listas que habían sido elaboradas por los falangistas. Los detenidos fueron llevados al cementerio de San José, donde fueron fusilados sin juicio previo.
Entre las víctimas de los fusilamientos de Granada se encontraban personas de toda condición social, incluyendo políticos, periodistas, abogados, médicos, profesores y obreros. También se encontraban entre las víctimas el poeta Federico García Lorca, que era miembro de la Logia “Alhambra” de Granada.
Los fusilamientos de Granada fueron un capítulo oscuro de la historia de la masonería en España. Los asesinatos fueron una muestra de la intolerancia y el fanatismo que se desató en el país durante la Guerra Civil.
Las víctimas
Según el historiador José Luis Serna, las víctimas de los fusilamientos de Granada fueron las siguientes:
Federico García Lorca, poeta
José María Fernández Montesinos, periodista
Antonio Rodríguez Moñino, profesor
Manuel Fernández Montesinos, médico
Agustín Rodríguez Pérez, obrero
José Rodríguez García, obrero
José María Rodríguez García, obrero
José Rodríguez Ruiz, obrero
José Rodríguez Jiménez, obrero
La represión antimasónica en España
Los fusilamientos de Granada fueron solo un ejemplo de la represión antimasónica que se extendió por España tras el inicio de la Guerra Civil. Según el historiador José María Ferrer Benimeli, entre 1936 y 1939, fueron asesinados alrededor de 10.000 masones en España.
La represión antimasónica fue impulsada por los nacionales, que consideraban a la masonería como una organización subversiva y anti española. Los nacionalistas acusaron a los masones de estar detrás de la Segunda República y de apoyar a los republicanos.
La represión antimasónica fue una muestra de la intolerancia y el fanatismo que se desató en España durante la Guerra Civil. Los asesinatos de los masones fueron una tragedia que marcó la historia de la masonería en España.

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